Cómo preparar y pintar superficies metálicas

0
4951

Preparar y pintar metales, especialmente cuando están oxidados, supone todo un reto: ¿lijamos?, ¿decapamos? Te mostramos las alternativas posibles para que tú puedas elegir la mejor en cada caso y no vuelvas a tener dudas.

Te pasamos los enlaces para que identifiques los productos o, si quieres, puedas comprarlos online (resaltados). Como siempre, nosotros te recomendamos solo aquellos productos sobre los que tenemos una experiencia favorable o que destacan por alguna razón (algunos enlaces nos generan a nosotros una pequeña comisión sin ningún tipo de recargo para ti).

Metales pintados y oxidados

Preparar los metales cuando están en muy mal estado es algo que no se puede hacer usando simplemente lija. Lo mejor es aplicar un decapante en spray que es muy cómodo porque llega a todos los rincones y, una vez que haya actuado, retirarlo con una espátula o con cepillo de bronce. A continuación se limpia con disolvente.

Metales sin pintar y que no están oxidados

Si los metales que tenemos que preparar no están oxidados, será posiblemente porque tengan grasa. En ese caso, tenemos que eliminar esta grasa para que la pintura se adhiera correctamente. Después de aplicar el desengrasante, lo limpiamos con un trapo.

Cuando los metales no están oxidados tenemos que eliminar esta grasa para que la pintura se adhiera correctamente.

También puede ocurrir que el metal no esté oxidado ni tenga grasa porque se trate de aluminio. En ese caso tenemos que aplicar una imprimación para que la pintura agarre. Transcurrido el tiempo que nos indique el fabricante, ya podremos pintar.

Preparar y pintar superficies metálicas oxidadas y sin pintura previa

En estos casos tenemos tres opciones.

  1. La primera usar un limpiador que desincrusta el óxido y deja la superficie totalmente lisa, lo que nos permite hacer un acabado de pintura muy fino.
  2. La segunda opción es mantener el óxido aplicando encima un convertidor que, mezclado con el óxido, reacciona produciendo una capa de protección que sirve como imprimación y convierte al metal en pintable. El acabado no es tan fino pero es muy apropiado para pinturas tipo forja o martelé.
  3. Y la tercera opción es la de pintar manteniendo el óxido, es decir, utilizar una pintura especial antióxido que con una sola aplicación nos proporciona un recubrimiento de fosfato de zinc y el color de acabado que elijamos. Esto solo lo podemos hacer cuando la pintura está en buen estado y no se desprende al tacto.

Recuerda hacer todas estas operaciones de limpieza y pintura en espacios bien ventilados y protegiendo las manos con guantes.

Otros enlaces relacionados:

Artículo anteriorCómo pegar el césped artificial en suelos y paredes
Artículo siguienteDeslizadores para muebles

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí